domingo, 31 de julio de 2011

Oskar Schlemmer - Ballet Triadico

Parte 1: Amarillo

Parte 2: Rosa

Parte 3: Negro





La escuela de la Bauhaus se funda en Weimar (Alemania) en 1919, estableciendo diversos talleres de trabajo que incluían desde la arquitectura, el diseño, la pintura, la escultura hasta el taller de teatro. En esta escuela, las nuevas ideas de su fundador (Walter Gropius) permitieron que se estableciera un espacio donde las artes de elite se unían con la artesanía, produciendo dos fenómenos altamente decisivos para el arte y la sociedad de la época: por una parte, la desjerarquización de las escuelas y de la enseñanza de las practicas artísticas y por otro lado, el desarrollo de nuevas ideas y conceptos en paralelo a la búsqueda de nuevas técnicas y tecnologías para su puesta en marcha.Oskar Schlemmer (1888-1943) estuvo a cargo de lo que se denominó “Taller de Teatro”, en donde logra poner en escena nuevos conceptos y reflexiones sobre la relación del hombre con el espacio a partir de un análisis geométrico de las formas corporales y de los movimientos de éste en el espacio. La utilización de nuevos materiales de construcción, las formas y el lenguaje altamente geométricos, las nuevas ideas sobre diseño y color se establecieron como una apertura hacia nuevas propuestas en creación de espacios, donde el arte aparece como una forma directa de influir en la vida, en el cotidiano y en las estructuras sociales imperantes. Estas ideas nacen a partir de una visión interdisciplinaria y conectiva de lo que tiene que ser la producción artística y por ende la vida, el espacio y la sociedad.El “Taller de Teatro” se instalo como uno de los lugares de implementación de estas ideas, que permitieron abrir las fronteras discursivas, expandir la capacidad de imaginar cuerpos re-formados, re-diseñados, re-construidos, proponer conceptos innovadores sobre habitabilidad, espacio, movimiento y plantear nuevas estructuras sociales.Schlemmer logra establecer nuevos formatos de producción de obras, más cercanos a las ideas y al análisis de las técnicas y tecnologías de producción y puesta en escena, que permiten poner en evidencia, no solo diversas miradas sobre temáticas culturales contingentes y puntuales, sino que, por sobretodo, nuevas ideas en relación al cuerpo. Una de sus obras más nombradas es el Ballet triádico (Das Triadische Ballet) montada en 1921, constituida por 12 obras de pequeño formato, constituyendo en total una obra de varias horas con 18 cambios de vestuarios e iluminación. Esta obra se montaba en fiestas que se realizaban en la escuela de la Bauhaus o en los alrededores de esta, manteniéndose en cartelera por más de 10 años, irrumpiendo en el espacio de la fiesta, rompiendo con la idea de “escena” como un espacio restringido para la obra y separado del espectador, instalando un juego de cruces e hibridaciones entre el espacio, el espectador, los colores, las figuras, los cuerpos y las nuevas ideas presentes, de manera explicita, sobre la puesta en escena. El Ballet triádico nos presenta un nuevo formato de presentación y de relación con su entorno directo de producción.El cuerpo en el espacio se vuelve el tema central de análisis para Schlemmer, y desde estas reflexiones podemos decir que comienzan a incluirse nuevas tecnologías de producción, tanto del cuerpo, como del espacio. Debemos decir que el diseño de los vestuarios es uno de los lugares donde se puede ver más claramente las ideas y análisis desarrollados por Schlemmer, y la implementación de nuevas tecnologías en los materiales que se utilizaban para el diseño de estos vestuarios es de gran relevancia. Los nuevos materiales utilizados son los que van a permitir, concretamente, la confección de estos diseños, así como también las nuevas propuestas realizadas a nivel espacial.La concepción del espacio – arquitectónico y social – que propone Schlemmer se ve ampliamente realizado gracias a la relación entre el re-diseño corporal (como propuesta) y el desplazamiento y utilización del espacio. Los niveles, los diseños de piso con figuras geométricas exactas, las grandes diagonales, las figuras circulares y el uso exagerado de perspectivas componen a nivel general una estructura escénica nueva, que se diferencia de las estructuras clásicas imperantes en la producción escénica contemporáneas a la Bauhaus, y que establece nuevas ideas sobre visualidad, composición, movimiento y diseño.Es desde estas ideas sobre cuerpo y espacio que Schlemmer instala un tercer lugar de análisis: el movimiento. Las técnicas aplicadas de producción y las nuevas tecnologías que hemos nombrado comienzan a formar parte activa en la instalación de nuevas posibilidades; el movimiento va a tomar un carácter acorde a estas propuestas de corporalidad re-diseñada y de espacios geométricos, convirtiéndose explícitamente en la forma de relación entre el cuerpo y el espacio.El movimiento se vuelve una propuesta relevante, una visión particular y de gran influencia para la sociedad moderna. El comienzo de la tecnologización de la cultura se manifiesta explícitamente en la propuesta de movimiento de Schlemmer, convirtiéndose en algo así como una fotografía apresurada de los sucesos más inmediatos de la época: la industrialización del trabajo, la reducción de los espacios sociales, laborales y privados, las nuevas formas de producción serializada, por nombrar algunos, y los consiguientes cambios culturales que conlleva esta nueva escena en las estructuras corporales, las formas de movimiento – social y colectivamente – y el desarrollo de nuevas subjetividades acorde a los nuevos tiempos.La diversidad de espacios reflexivos que se van generando desde estas nuevas concepciones históricas y formas de pensar la tecnología, han permitido una expansión conceptual. Desde la aparición de la Bauhaus, podemos decir que se han planteando nuevas maneras de pensar la producción escénica, influyendo directa e indirectamente en el desarrollo de diversas posiciones respecto de la idea de espacio, sociedad, producción, cuerpo y movimiento.Es por esto que la Bauhaus es reconocida históricamente por la inclusión de avances técnicos, que a su vez permitieron la aparición y el estudio de nuevas ideas y conceptos sobre el cuerpo y su relación social y espacial con el entorno, en tanto el desarrollo de vestuario, nuevos materiales de construcción, diseño de escenografías, reflexiones sobre el hombre y su relación con el espacio y el desarrollo de un lenguaje especifico de carácter geométrico.En este sentido el trabajo de Schlemmer inserta nuevos formatos de producción tecnológica al interior de la escena, que se vuelven relevantes al masificar o expandir una postura analítica frente a los sucesos contingentes de cada época.


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Texto extraído de http://postdance.wordpress.com - "Oskar Schlemmer y la producción del Cuerpo, del espacio y el movimiento"

miércoles, 13 de julio de 2011

Zombi 2 (1979), italiana al mango (Escena genial)

Bueno... la cosa es que el otro día fui a un evento en mi ciudad (Rosario Fantástica 2) y en una charla sobre zombies (ahora ya, no me acuerdo el nombre del flaco que la dio) alguien mencionó esta escena. Realmente es una locura.


El que está en escena no es un actor, sino el entrenador del animal.
Todavía no la vi, por ahora.

Shaman King Openings & Endings

OP 1 - "Oversoul"

ED 1 - "Trust you"

OP 1 - "Northern lights"

ED 2 - "Omokage"

Manifiesto Bauhaus - Walter Gropius (1919)

¡El último fin de toda actividad plástica es la arquitectura! Decorar las edificaciones fue antaño la tarea mas distinguida de las artes plásticas, que constituían elementos inseparables de la gran arquitectura. Actualmente presentan una independencia autosuficiente de la que solo podrán liberarse de nuevo a través de una colaboración consciente de todos los profesionales. Arquitectos, pintores y escultores deben volver a conocer y concebir la naturaleza compuesta de la edificación en su totalidad y en sus partes. Sólo entonces su obra quedará de nuevo impregnada de ese espíritu arquitectónico que se ha perdido en el arte de salón.Las viejas escuelas de Bellas Artes no podían despertar esa unidad, y como podrían hacerlo si el arte no puede enseñarse. Deben volver a convertirse en talleres. Este mundo de diseñadores y decoradores que sólo dibujan y pintan debe convertirse de nuevo en un mundo de gente que construye. Cuando el joven que siente amor por la actividad artística vuelva a comenzar como antaño su carrera aprendiendo un oficio, el artista improductivo no estará condenado a un ejercicio incompleto del arte, pues su pleno desarrollo corresponderá al oficio, en el cual puede sobresalir.¡Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos volver a la artesanía! Pues no existe un arte como profesión. No existe ninguna diferencia esencial entre el artista y el artesano. El artista es un perfeccionamiento del artesano. La gracia del cielo hace que, en raros momentos de inspiración, ajenos a su voluntad, el arte nazca inconscientemente de la obra de su mano, pero la base de un buen trabajo de artesano es indispensable para todo artista. Allí se encuentra la fuente primera de la imaginación creadora.¡Formemos pues un nuevo gremio de artesanos sin las pretensiones clasistas que querian erigir una arrogante barrera entre artesanos y artistas! Deseemos, proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, en que todo constituirá un solo conjunto, arquitectura, plástica, pintura y que un día se elevará hacia el cielo de las manos de millones de artífices como símbolo cristalino de una nueva fe.

Weimar, Abril de 1919

martes, 12 de julio de 2011

"El desubicado" - R. Fortín (1982)

   La tarde era toda luz. Un ligero aire tibio despeinaba mis cabellos. Algunos pajaritos revoloteaban, alegremente, en la fronda no muy lejana, anunciando el buen tiempo. ¡Qué día tan hermoso para pasear por el campo! El césped tierno y corto, invitaba a recostarse sobre él y contemplar, cara al cielo, el lento paso de las nubes. Recordar así, como entre sueños, primaveras pasadas, viejos amigos, historias de amores, una lágrima...
   Quería quedarme eternamente sobre aquel verde césped, tan sueve... No deseaba otra cosa que seguir sintiendo la brisa en mi rostro, respirar, vivir plenamente... Había gente a mi alrededor, veloces figuras que pasaban, sin dedicar un segundo de su tiempo a contemplar las cosas más sencillas y y hermosas de la vida...   
   Todo pareció detenerse en aquel momento. La gente que antes pasaba a tropel, se detuvo también, frenando su enloquecida carrera hacia la nada... Yo estaba entre ellos, algunos se acercaron, colocándose a mi lado.
   De pronto, en aquella planicie policroma, uniforme, distinguí una flor. Crecía sola, humilde... Su profundo color azul, su extrema sencillez, me invitabana recogerla... Quizá para llevarla luego, distraídamente, entre los labios... Sin pensarlo más me agaché para cortarla... Entonces algo pasó silvando sobre mi cabeza...
   -El Cacho, que es el capitán del equipo, casi me mata... y tiene razón, si estoy en la barrera no tengo que agacharme... Nos hicieron un golazo tremendo...


Super Humor Nº 16 (1982)

sábado, 9 de julio de 2011

jueves, 7 de julio de 2011

"Prometo no olvidarme" Marilina Ross (1991)

   Y ella lo sabía... Nadie mejor que ella lo sabía. Tenía que volver. Se tomó su tiempo... y su no-tiempo, se acomodó en su espacio infinito y programó una vida. Escribió su guión, eligió a sus padres, se ordenó deberes, juró elegir la verdad y no el error. Y cuando escribió la palabra "fin" ya estaba lista para empezar.
   Le costó menos esta vez despedirse de sus amigos de luz, sabía que iba a volver... y que los encontraría allí abajo. Repasó su libreto por última vez. "Prometo no olvidarme...", gritó con toda su alma, mientras el aire se volvía más denso y lentamente iba muriendo a ese mundo de luz.
   La oscuridad la envolvió... Se fue enredando de a poco en una substancia viscosa, tibia, pegajosa que crecía... crecía... y la cubría... la rodeaba... la encerraba... Esa prisión la acompañaría durante todo su viaje... "Ya sé... pero no debo olvidarme..."  
   El espacio fue haciéndose cada vez más pequeño. Por las únicas dos ventanillas percibía el agua... tibia... Y ese tambor batiendo... siempre a ritmo... cada vez más fuerte. De pronto otro tambor, más pequeño, comienza a escuchar... y va creciendo, con su propio ritmo. Los dos tambores acompasados se aceleran... se aceleran... siempre a ritmo... más veloz... cada vez más veloz....
   Ya no queda espacio... Algo me empuja y recuerdo el miedo.... otra vez el miedo... presiento un tubo estrecho y un leve resplandor allá... al final... lucho por llegar a él... el tamborcito casi estalla en un grito de espanto...
   "Es una nena". El médico la toma por las patitas, le da un chirlo, la nena llora y todos festejan. Nadie sabe mi dolor.
   Sólo a veces, muy pocas veces tengo una sensación de estar cumpliendo con aquel guión; es cuando el amor me afloja la cara y la sonrisa se instala... y las ventanillas brillan... Pero, por más esfuerzos que haga no logro recordar aquella promesa, aunque la intuición me dice que tiene mucho que ver con la elección de la verdad.

Uno mismo, revista para el crecimiento personal Nº 97 (Julio 1991) - Sección "Última página" pág. 130.

sábado, 2 de julio de 2011